Textos

Pasadizos a la locura

Esto es un gran queso.
Yo estoy en su centro.
Voy abriendo un túnel hacia no sé dónde.
Sólo araño paredes y escavo.
No importa el camino que se abre.
Sólo importa el dolor en mis manos.

He llegado al final.
Ya no hay más queso en este sentido.

Vacío de vértigo lleno de colores, líneas e imposibles.
Lenguaje sin códigos.
Libre y anárquico.
Borrachera de emociones.

Tentador…

Me muero de miedo.
Doy marcha atrás y regreso por el pasadizo abierto con mis manos.
Me detengo.
Por aquí.
Comienzo a escavar de nuevo en un lateral del pasadizo.
Me hago daño en las manos.
La materia desgarrada se desmenuza al paso de mis uñas y va cayendo sobre mis pies.
Está oscuro a veces…, casi siempre…
Y sigo.
Y sigo.
Y sigo.

Se abre de nuevo una ventana.
Ya no hay más materia.
Sólo vértigo y vacío.
Pero colores, líneas, emociones, anarquía.
Otra vez sin códigos.

Tentación…

Me asusta.
Doy media vuelta y me adentro en el túnel.
Giro la cabeza para mirar hacia atrás.
Un ojo de luz lejana, como un punto luminoso, se va perdiendo a lo lejos.
Llego al primer pasadizo.
No sé hacia dónde ir.
Recorro unos metros por el túnel que queda a mi izquierda.
Comienzo a escavar de nuevo en el lateral.
Mis dedos y mis manos son fuertes a pesar del trabajo y del dolor.
Esto es lo que tengo que hacer.
Seguir, seguir, seguir…

Tengo miedo de abrir un nuevo agujero de forma inesperada.
Decido ir escavando en círculo .
O cambiar repentinamente de dirección.
Ahora acabo de girar a la derecha y un poco hacia arriba.
Así me cuesta más.
A veces resbalo pero me repongo y sigo.

He llegado al final otra vez.
Un agujero se ha abierto ante mí.
Desde este nuevo balcón miro…
Observo…

No sé qué pasa.
No sé qué pasa.

Corro hacia adentro.

            …
                        …

Me he quedado dormido.
No sé cuanto tiempo ha pasado .
Estoy confuso.
Me encuentro en la confluencia de cuatro posibles caminos.
No sé desde cual de ellos llegué hasta aquí.
Comienzo a caminar.
El queso está lleno de pasadizos y túneles que se comunican entre sí.
El gran queso está perforado totalmente.
En todas direcciones.
Es frágil.
Está apunto de desintegrarse.
La luz recorre sin obstáculos su interior.

No puedo esconderme.

          Ya no puedo esconderme.

                               Ya no puedo huir.

                                                                                          16.01.11

No hay comentarios:

Publicar un comentario