El primero Jordi. Antes de irse de viaje pasa por el taller. El presente se convierte en pasado en el suspiro que tarda en separar el molde de su piel. Santi le sigue. Mira al espejo mientras se libera de esa segunda piel blanca que se deforma y cambia de expresión al ser retirada. María, nuestro contacto directo con todos los que aun están por venir a Ca Revolta es la siguiente. Su gesto queda marcado en cada tira de escayola.
Sería injusto si no mencionase a Maite. Hace casi un mes que su cabeza está lista. Ella decidió sumarse a Ciutat Vella.
21 de febrero. Pilar se acaba de despertar. La mejor manera de empezar el día es pasar por Ca Revolta y participar de la acción. Después Josep, entregado al placer de la experiencia. Carmina aprecia la sensibilidad y el cuidado del trabajo. Pau se desconecta poco a poco del mundo. Clara toma conciencia de la presión a la que está sometida en su día a día. Diego nos habla de una experiencia sensorial inolvidable. Begoña la describe como lo mas cercano a un parto. Teresa, un descanso, algo diferente entre la incertidumbre y el futuro. Berta, gran motivadora e impulsora de este proyecto. Pone su atención en el silencio y en su piel rebelándose contra la dureza del molde. Cecilia escucha su respiración, su latido. Maite se reserva. Demasiado que decir con tanto espectador. Eduardo escucha desde dentro el deslizar de las manos que trabajan y la herramienta que corta el molde. Terminamos la jornada con Joan. Muchacho valiente, decidido y lleno de preguntas.
23 de febrero. Pablo disfruta de los opuestos de la experiencia: del dentro y del afuera. Lalo se concentra en la vivencia acústica, en el cambio de candencia que se produce cuando empezamos a cortar la escayola. Gabriel había estado haciendo fotos y decide ponerse al otro lado. Llega Cristian, lo quiere todo y más: un viaje a la intimidad. Eva, fresca, inteligente, desde la confianza en las manos que le van tapando el rostro plantea una reflexión sobre lo desechable: el objeto que en breve estará afuera. Y acabamos la tarde con Pau, destaca la importancia de ser él mismo quien se quita el molde: "és com naixer" afirma.
25 de febrero. Maota viene del Cabanyal y es acogida en el taller de Ciutat Vella. Al salir de su molde cuenta que "es como entrar en otra realidad". Pepa suma una experiencia mas. Bernardo imagina que debe ser como parir. Emilia fija su atención en los sonidos, en los cambios que se producen detrás de cada capa de escayola. Adel.li, observa curioso su proceso a través del espejo. Sonia viene desde "l'eixample", en busca de activismo. Cuenta que el silencio del molde es una puerta abierta para las respuestas meditadas. Y acabamos el día con Ximo que tiene a sus espaldas muchas horas de acción y activismo.
26 de febrero. Vicent se sorprende por el cambio progresivo de los sonidos. El momento en el que él mismo se libera del molde es único. Marta, comprometida. Gran apoyo para algunas grandes mujeres de este barrio. Hace un viaje en el tiempo. La ausencia de sensibilidad al tacto le incomoda pero la acerca a si misma. Laura deja poco a poco de reconocerse para reencontrarse al final. Dolors se ha convertido en una escultura. María siente la angustia de tantas mujeres sometidas, reprimidas tras estructuras cerradas. Toni valora la importancia de la in-comunicación. El sonido de las tijeras le despierta. Jaume habla de una soledad placentera, de bienestar, pero sobre todo de sentirse protegido dentro del molde.
28 de febrero. Fabricio, artista en sessantanove, gran conversador. Se ha sentido "resumido", borrado de lo superficial, sin lastre... conceptualizado. Aure habla de introspección y expansión. Celia dice que volver a la realidad es traumático.Ahora vendrán días de trabajo. Los moldes cumplirán su función. Volveremos en breve a l'escorxador del Cabanyal, a Ca Revolta en Ciutat Vella. Quien sabe si a otros barrios.
Día 11 de marzo. Desde "L'horta Sud" hasta el Barrio del Carmen se vino Lluïsa a vivir por convicción, por activismo, por estar cerca de Ca Revolta. Ha conseguido desconectar y vivir el silencio intensamente. La Asociación Amaltea es otro colectivo de personas de Ciutat Vella que se implica en este proyecto y pasa por el taller de Ca Revolta. Patricia es su primera representante. La experiencia le resulta emocionante. Arantxa echaba de menos la tranquilidad y el silencio de los que ha podido disfrutar aunque sólo fuera por unos minutos. Youssef repara en la venda de escayola mojada y fría y el ruido del corte de la tijera abriéndose camino. Diego fija su atención en el sonido que mi mano provoca al desplazarse sobre la escayola endurecida. Camila recuerda un viaje a la nieve y las gotas del deshielo sonando al caer, confundidas con las que se desprenden de la venda de escayola. Ana dice que el sonido al tocar la escayola se parece al que se hace al rascar la corteza de un árbol.
Día 20 de marzo. Hoy ha entrado la primavera en el taller de Ca Revolta con fuerza inesperada de la mano de grandes mujeres. Pilar escribe en mi libreta de notas su torrente de emociones: "Tengo 30 años y acabo de nacer frente a un espejo y junto a personas que me llaman por mi nombre...". Ana... "Te acostumbras. A todo nos acostumbramos. Incluso a lo que nos constriñe, nos reprime, nos amordaza. Pero todo se rompe en pedazos con un pequeño gesto...". Tania, a la que esperábamos desde el principio de esta aventura escribe también: "Observo, me desordeno y me siento en el desorden más ordenado de mi vida. Blanco, pero no vacío...". Rania, detrás de la cámara desde el comienzo en este proyecto: "no puedo respirar, no puedo respirar, no puedo respirar, no puedo respirar, no puedo respirar, ..... SÍ puedo respirar.Día 16 de abril. Deme, "artivista", activista incansable en todas las direcciones en las que haya que cuestionar dogmas e ideologías represoras. Nos acompaña desde el barrio del Carmen a otro territorio amenazado, el Cabanyal.
18 de abril. Elena viene a nuestro taller. Nos ha buscado con interés desde que supo del proyecto. Consciente de su claustrofobia se somete al proceso. Valiente, decidida, confiada, ... Vence como las grandes. Bucea en este espacio particular de lo íntimo. Y al salir a la superficie observa como se deforma el molde que la oprimía.
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